Una de las principales razones por las que los coaches se involucran en el coaching es porque quieren influir positivamente en la vida de los demás. Como coach, podrá lograr este objetivo en función de dos factores: su experiencia como entrenador y la cantidad de personas a las que puede llegar con sus servicios. Hablaremos de este último factor en este artículo.
Además de ayudar a otros, los entrenadores también pueden desarrollar un estilo de vida fructífero propio. Son mutuamente beneficiosos.
Los entrenadores, así como muchas personas de negocios, no reconocen el importante papel ético que juega el marketing en sus negocios. Por lo tanto, desarrollan una actitud que los perjudica a ellos mismos, a su negocio y a sus clientes.
Eres un entrenador en tu negocio. El éxito de su negocio depende totalmente de usted. Ni el número de clientes, los ingresos o los resultados del coaching determinan el éxito de un coach, ni la capacidad de ganarse la vida. No son sus competencias de entrenador las que diferencian estos dos extremos, sino más bien sus mentalidades. Si no tienes clientes para usar tus servicios, no importa lo bueno que seas como entrenador, no importa lo hábil que seas.
Entonces, ¿qué tipo de mentalidad se necesita para convertirse en un entrenador exitoso?
La mentalidad de un entrenador exitoso es:
- Las necesidades de los clientes y prospectos son lo primero;
- Busca activamente ayudar a los clientes a lograr sus objetivos;
- Demuestra empatía hacia los clientes y prospectos;
- Proporciona a los clientes una amplia gama de servicios, y
- Ofrece consejos éticos.
Para ser un entrenador exitoso, necesita una mentalidad de marketing.
Los entrenadores perciben el marketing como «líder» y «poco ético», ya que creen que está demasiado «orientado a las ventas» y no es natural para ellos. Les explicaremos cómo el marketing es éticamente válido y comercialmente crítico.
Validez en términos de ética
El coaching beneficiaría a un gran (y creciente) número de personas en la sociedad. Aquellos que podrían beneficiarse del coaching se llaman prospectos. Para vivir una vida mejor y más plena, tienen metas específicas que desean alcanzar o desafíos que desean superar.
Tienes la obligación de ayudar a estas personas como entrenador. Una vez que estén utilizando sus servicios, puede comenzar a ayudarlos. Los especialistas en marketing relacionan los deseos de los prospectos con su capacidad para ayudarlos a cumplir sus deseos.
Los especialistas en marketing pueden volverse poco éticos si no cumplen con sus promesas de marketing a sus clientes. En este caso, a sabiendas o sin saberlo, engañó a su cliente y actuó de manera poco ética.
A la luz del hecho de que los prospectos contratarán a un entrenador para ayudarlos a lograr sus objetivos específicos, los entrenadores deben ayudar a los prospectos a seleccionar el entrenador que mejor les permitirá lograr sus objetivos. Como entrenadores, debemos revelar de manera completa, completa y transparente a los prospectos qué servicios brindamos; dónde se encuentran nuestras especializaciones; cómo hemos ayudado a otros con objetivos similares antes; y cómo podemos ayudarlos. En otras palabras, al mercado.
Crucial para el éxito comercial
El marketing es importante para las empresas porque vincula a los prospectos con profesionales que pueden ayudarlos a lograr sus objetivos. Al identificarlo como un recurso potencial para las necesidades precalificadas de los prospectos, puede ayudarlos. Los prospectos han identificado por sí mismos lo que necesitan en términos de servicios de coaching:
- Quieren lograr ciertas cosas en la vida o superar ciertos desafíos.
- Tener las habilidades y la experiencia requeridas para servir como entrenador es esencial.
- La inversión financiera está siendo hecha por ellos.
Es imperativo que los entrenadores acepten el punto anterior.
El coaching proviene generalmente de dos escuelas de pensamiento cuando se trata de marketing, como explicamos anteriormente.
La primera escuela de marketing piensa que marketing es liderar y vender. Creen que el marketing influye en las decisiones de las personas de manera proactiva. O, específicamente, que el marketing puede influir en las personas para que tomen medidas que de otro modo no harían. Esta idea se conoce como el paradigma de la influencia.
La segunda escuela de pensamiento sostiene que los prospectos son personas que se han reconocido a sí mismas la necesidad de instigar el cambio por sí mismas. Este cambio será asistido por un entrenador. En cuanto a la perspectiva, reconocen que ha establecido un vínculo entre sus necesidades y cómo quieren que se satisfagan esas necesidades. Es lo que llamamos el paradigma del servicio.
Estas dos perspectivas tienen procesos de pensamiento completamente diferentes. Por un lado, el prospecto se presenta como alguien que es inducido a regañadientes a utilizar los servicios de coaching y, por otro lado, el prospecto se presenta como alguien que ha buscado activamente servicios de coaching en función de sus propias necesidades.
El segundo paradigma de pensamiento es crítico para usted como entrenador. Solo entonces podrá ayudar a sus clientes de manera ética. De esta manera simbiótica, podrá construir un negocio de coaching exitoso.
Cuando se coloque en el paradigma del servicio, reconocerá que ayuda a los clientes a alcanzar sus objetivos.
En otras palabras, necesitas:
Participe en publicidad convincente que explique claramente lo que su empresa puede hacer por sus clientes.
- Los entrenadores y asesores de confianza a menudo están en una mejor posición para saber qué necesitan sus clientes para lograr sus objetivos.
- Al proporcionar varios productos y servicios a sus clientes, sea empático con sus necesidades.
- No subestimes la inteligencia o la capacidad de tomar decisiones de tu cliente.
- No debe adelantarse a los deseos de sus clientes limitando la gama de productos y servicios que les proporciona.
- Asume el rol de asesor ético.
Una vez que comprenda el Paradigma de servicio del marketing, verá que el marketing le brinda muchas más posibilidades de lograr sus objetivos principales: ayudar a sus clientes y construir un negocio de coaching exitoso. Como resultado, los objetivos de su cliente y los suyos propios se vuelven complementarios y crea una situación verdaderamente beneficiosa para todos.
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